Cinco habitaciones en la casa principal, cada una con un moderno baño privado, están inundadas de luz natural y ofrecen una chimenea, una sala de estar o vistas panorámicas del río y la ciudad.
Rinde homenaje a la indulgencia de las raíces nobles de la región
El hotel está distribuido en tres plantas, sin ascensor. En la planta baja, además de la recepción, hay un cómodo salón donde puede sentarse a tomar un té.